Estimados amigos: Durante dos mil años la parábola del hijo pródigo —narrada por San Lucas (15, 11-31)—, ha servido de constante motivo de inspiración a pintores, escritores y oradores sacros. Pues en ella, Nuestro Señor Jesucristo desvela una de las características más intrincadas del alma humana. Cuántas veces se repite el caso de una persona, que habiendo caído en lo más sórdido del pecado, finalmente renuncia al mal y se abre a la gracia de Dios. Es una María Magdalena, un Saulo de Tarso, un Agustín de Hipona. Son las resurrecciones de alma a las que las naciones también son proclives. “Fue por cierto un gran momento, en la vida del hijo pródigo —comenta a este respecto Plinio Corrêa de Oliveira—, aquel en que su espíritu embotado por el vicio adquirió nueva lucidez, y su voluntad nuevo vigor, en la meditación de la situación miserable en que cayera, y de la torpeza de todos los errores que lo habían conducido fuera de la casa paterna. Movido por la gracia, se encontró, con más claridad que nunca, ante la gran alternativa. O arrepentirse y volver, o perseverar en el error y aceptar sus consecuencias hasta el más trágico final. (...) Se dio el embate interno. Él escogió el bien. Y el resto de la historia lo conocemos por el Evangelio”. Pensando en nuestros exigentes lectores y con el fin de ahondar en tan delicada cuestión, hemos escogido como Tema del Mes un inspirado opúsculo del P. Mariano Purroy Remón, sacerdote carmelita español, titulado Utilidades del Pecado. Autor prolífico, entre sus obras se destacan las que escribió sobre Santa Teresa de los Andes, de quien fuera vicepostulador de su causa. Estamos seguros de que nadie, al leer este texto, dejará de sentir su fe tonificada y su alma aligerada. En Jesús y María, El Director
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El Hijo Pródigo |
Un pecado que desagrada a los mismos demonios Desgraciados… como ciegos y tontos, ofuscada la luz de su entendimiento, no reconocen la pestilencia y miseria en que se encuentran, pues no solo me es pestilente a mí, sino que ese pecado desagrada a los mismos demonios, a los que esos desgraciados han hecho sus señores... | |
Nuestra Señora de Lichen La historia de la devoción a la Virgen de Lichen empieza en el lejano año de 1813. Napoleón y sus soldados esparcieron la Revolución por toda Europa, y en aquella época comenzaba una seria reacción contra él... | |
850 años de Notre Dame, la Reina de las Catedrales Se restauran las campanas destruidas por la Revolución Francesa. París acoge con alegría, encanto y veneración las nuevas campanas de su catedral gótica... | |
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz El nacimiento del Niño Dios pone de manifiesto ante nuestros ojos el hecho de la Encarnación... | |
Oración para alcanzar remedio en las actuales necesidades de la Iglesia Padre Santo, que estáis en los cielos, no sois Vos desagradecido, para que piense yo dejaréis de hacer lo que os suplicamos, para honra de vuestro Hijo... |
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