“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Página Mariana
La Dormición de María y la Asunción a los Cielos
Tres años antes del glorioso tránsito de María Santísima a los Cielos, Dios envió al arcángel San Gabriel con una nueva embajada, para darle aviso a su Hija predilecta del tiempo exacto que le restaba de vida.
De las Bienaventuranzas Evangélicas
El mundo llama bienaventurados a los que abundan en riquezas y honores, que viven regocijadamente y no tienen ocasión alguna de padecer.
Mozart, genio universal de la música
Precisamente el 2006, el mundo entero conmemora los 250 años del nacimiento de uno de los mayores genios musicales de todos los tiempos. El armonioso resonar de sus melodías traspone los siglos.
Sobre las tentaciones y la práctica de la virtud
El demonio no sería quien es, si no se empeñara en tentar más intensamente a aquellos que tratan de llevar una vida más virtuosa. Pero, de otro lado, Dios ayuda muy especialmente a los que son tentados, sobre todo cuando éstos recurren al auxilio de la Virgen Santísima.
San Agustín de Hipona
Uno de los más grandes genios de la humanidad, fue ejemplo de conversión y penitencia, luego de haber llevado una juventud desordenada. Su madre, Santa Mónica, lloró y suplicó al Altísimo el perdón y cambio de aquella alma atrapada en los lazos de la herejía maniquea y del pecado.
+1612 + Nápoles - Italia. Recibió en el bautismo el nombre de Eufrasio. Antes de los 17 años tomó el hábito de capuchino, cambiando su nombre por el de José. En 1687 fue nombrado, a su pedido, misionero en Constantinopla, a fin de conceder alivio e instrucción a los cristianos que se encontraban esclavizados por los mahometanos. Habiendo sido acusado de asesinato, fue torturado y milagrosamente salvado por un ángel, que le ordenó volver a Italia.
P. Fr. Bartolomé de Vadillo OSA
+(1590-1659) Perú. Religioso agustino, natural de Salta. Su mayor gloria es la de haber fundado el Hospital de San Bartolomé (Lima, 1651), que atendía exclusivamente a “negros abandonados y pobres”, sean estos esclavos o libres. “Su retrato se conservó muchos años en dicho hospital, con este cuarteto escrito por un negro agradecido: «Feliz Vadillo que franco / supo con forma especial, / darle al negro aquí hospital / siendo de piedad él blanco»”.