La verdadera penitencia que Nuestro Señor ahora quiere y exige, consiste, sobre todo, en el sacrificio que cada uno tiene que imponerse para cumplir con sus propios deberes.
“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Palabras del Director
Nº 233 – Mayo de 2021 – Año XX
San Alfonso María de Ligorio dejó un centenar de obras, entre las que destaca Las glorias de María. Escrita en 1750, cuando el santo tenía 53 años de edad, es considerada un monumento perenne de su profunda devoción a la Virgen.
Origen de la Salve
Algunos atribuyen esta maravillosa oración a Ademar de Monteil (+1098), obispo de Le Puy. Pero su verdadero autor es Hermann Contractus (+1054), un monje benedictino del convento de Reichenau en el lago de Constanza.
Cómo desarrollar una devoción viva a la Santísima Virgen
Con justa razón honramos a la bienaventurada Virgen María bajo el título de Auxilio de los Cristianos. Son tantos los puntos de vista bajo los cuales la Santísima Virgen es auxiliadora de los cristianos, que casi se podría hacer una enciclopedia sobre este tema.
Las glorias de María
Nació en Marianella (Italia) en 1696. A los 17 años de edad se doctoró en Derecho Civil y Canónico, ejerciendo una brillante carrera como abogado, siendo considerado el mejor partido del reino de Nápoles.
La Visitación: respeto y deslumbramiento
De autoría del renombrado artista italiano Giotto, esta pintura al fresco representa la visitación de María a su prima santa Isabel.
+526, d.C. + Rávena - Italia. Aprisionado por Teodorico, rey arriano de Italia, por causa de su fe católica, fue largamente afligido en la prisión hasta morir. Su cuerpo fue llevado a Roma y enterrado en la basílica de San Pedro (del Martirologio Romano).
San Félix de Cantalicio, Confesor.
+1587 + Roma. Hermano lego capuchino, amigo de San Felipe Neri, durante 40 años pidió limosna en las calles de Roma para su convento. "El sufrimiento es una gracia de Dios", decía, "y los dolores, rosas del Cielo".