No temáis soy el Ángel de la Paz. Rezad conmigo Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
La presente edición especial de Tesoros de la Fe reúne un conjunto de variados artículos, entre los cuales me permito destacar uno a respecto de las asombrosas revelaciones contenidas en el libro Un camino bajo la mirada de María. Obra en la cual se reproducen trechos —hasta ahora inéditos— del
diario espiritual manuscrito de la mayor de los videntes de Fátima.
TODA MI FUERZA se encuentra en la oración y en el sacrificio; son las armas invencibles que Jesús me ha dado, y logran mover los corazones mucho más que las palabras. […]
NACIDO ALREDEDOR DEL AÑO 1000, San Eduardo era hijo del rey Etelredo II, que gobernó Inglaterra de los años 978 a 1016, y de su segunda esposa, Emma, hija del duque de Normandía.
YA ESTABA EN PRENSA la última edición de Tesoros de la Fe, cuando tomamos conocimiento de la publicación de un valioso y esclarecedor libro sobre la Hermana Lucía, la
mayor de los tres pastorcitos a quienes la Santísima Virgen se apareció en Fátima el año 1917. Está escrito por las religiosas carmelitas del mismo convento en que transcurrió la mayor parte de la
vida de la vidente, del 25 de marzo de 1948 hasta su muerte ocurrida el 13 de febrero de 2005.
IMAGINEN UNA SOCIEDAD burguesa, como la actual, pero en
la cual hubiese nobles en todas sus clases sociales.
Algunos, que conservaron su fortuna o al menos gran parte
de ella, podrían figurar en las primeras categorías de la sociedad,
al estar su fortuna realzada por el brillo del título de
nobleza.
“El final de un mundo milenario desgraciadamente llegó”, escribió el pasado 8 de agosto en el “Corriere della Sera”, el conocido historiador Andrea Riccardi, refiriéndose
a la inmensa tragedia de los cristianos iraquíes y lamentando porque “faltó de parte de todos una idea de lo que estaba por suceder”.
EN LA EDAD MEDIA, los conceptos de caballería y de nobleza en cierto sentido se confundían. Así, no siempre el caballero era noble, pero muchos de ellos participaban
de tal condición; no todos los nobles eran caballeros, aunque muchos lo fuesen.
+1537 + Venecia. Fundador de la Congregación de Somasca para atender huérfanos, mujeres perdidas y niños abandonados, se tornó famoso por los milagros que operó en vida. Murió de la peste que contrajo cuidando de los infectados.
+(1831-1893) Perú. Militar y político, natural de Arequipa. Heredó de su tío, José Manuel de Goyeneche y Barreda, el título de conde de Guaqui y, por su matrimonio con María del Carmen Azlor de Aragón e Idiáquez, se convirtió en duque consorte de Villahermosa y Grande de España. “Miembro de una ilustre familia de origen navarro. Su abuelo se trasladó a Perú, donde hizo gran fortuna como minero y agricultor. […] Tuvo una educación esmerada e ingresó en el ejército, donde llegaría a alcanzar el grado de coronel”. En la política peninsular destacó en las filas conservadoras, como senador del Reino por derecho propio distinguiéndose por la convicción y el entusiasmo con que defendió los intereses católicos.