No temáis soy el Ángel de la Paz. Rezad conmigo Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Palabras del Director
Nº 105 - Setiembre 2010 - Año IX
Siempre que oigo hablar de la Virgen del Rosario de las Lajas, me embarga el recuerdo de los momentos de fe vividos a los pies de esa extraordinaria imagen, impresa sobre la fría laja en la agreste quebrada del río Guáitara.
¿Por qué somos católicos?
Somos y permaneceremos siendo católicos, porque el catolicismo se impone a nuestra razón por el encadenamiento de cinco verdades irrefutables...
San Roberto Belarmino
El mayor polemista de la historia de la Iglesia. Controversista, escritor, consultor de las principales congregaciones del Vaticano, obispo y cardenal, fue uno de los más temibles adversarios del protestantismo.
Tatuajes de moda y culto a divinidades paganas
Recientemente tuve la amargura de ver en una persona próxima a mi familia dos grandes tatuajes, como se marca al ganado. La primera, de una ave nativa; y otra peor, de un símbolo tántrico, la mándala...
Confort físico - Bienestar moral
Comparar es uno de los mejores medios de analizar. Si queremos pues analizar nuestra época, es legítimo que la comparemos. ¿Y con qué? Con el futuro, todavía incógnito, es imposible...
+1612 + Nápoles - Italia. Recibió en el bautismo el nombre de Eufrasio. Antes de los 17 años tomó el hábito de capuchino, cambiando su nombre por el de José. En 1687 fue nombrado, a su pedido, misionero en Constantinopla, a fin de conceder alivio e instrucción a los cristianos que se encontraban esclavizados por los mahometanos. Habiendo sido acusado de asesinato, fue torturado y milagrosamente salvado por un ángel, que le ordenó volver a Italia.
P. Fr. Bartolomé de Vadillo OSA
+(1590-1659) Perú. Religioso agustino, natural de Salta. Su mayor gloria es la de haber fundado el Hospital de San Bartolomé (Lima, 1651), que atendía exclusivamente a “negros abandonados y pobres”, sean estos esclavos o libres. “Su retrato se conservó muchos años en dicho hospital, con este cuarteto escrito por un negro agradecido: «Feliz Vadillo que franco / supo con forma especial, / darle al negro aquí hospital / siendo de piedad él blanco»”.