Todo sobre Fátima
Tesoros de la Fe Donaciones Tienda
Tienda
San Miguel Febres Cordero Muñoz Conversación íntima entre una madre y su hijo Ex voto Oración para el estudio Lourdes: milagros físicos para el bien de las almas La enorme responsabilidad de los padrinos de bautismo Regreso a la caligrafía para no perjudicar la educación Dos concepciones de la sociedad Misión diplomática en Londres La traición de Judas San Albino de Angers ¿A dónde y por dónde he de ir? Flevit super illam La visita a los Monumentos Verdadera y falsa derecha según el P. Garrigou-Lagrange, O.P.
El Milagro de la Santa Casa de Loreto
×
El Milagro de la Santa Casa de Loreto
×

Diez maneras fáciles de criar un delincuente



Especialistas del Departamento de Policía de la ciudad de Houston, en Texas, EE. UU., estudiaron las causas de miles de casos de delincuencia juvenil. Y llegaron a una conclusión estremecedora: aunque es verdad que las malas amistades de los jóvenes contribuyen para lanzarlos en el camino de la perdición, los mayores responsables por su extravío son aquellos padres que dan una educación deficiente a sus hijos.

Como resultado de esa investigación, la Policía de Houston elaboró una lista de los diez errores que los padres más frecuentemente cometen. La transcribimos a continuación para nuestros lectores, pues ciertamente será materia de saludables reflexiones, teniendo en vista el refrán “más vale prevenir que curar”.

Para tener hijos delincuentes

Si Ud. desea hacer de su hijo un delincuente, dice la Policía de la ciudad texana,

1) Comience en la infancia a darle a su hijo todo lo que él quiera. Así, cuando crezca, creerá que el mundo tiene obligación de darle todo lo que desea.

2) Cuando pronuncie malas palabras, hágale sentir que le causó gracia. Eso lo hará considerarse interesante.

3) Nunca le dé orientación religiosa. Espere hasta que llegue a los 18 años y “decida por sí mismo”.

4) Recoja todo lo que él deje tirado: libros, zapatos, ropa, etc. Haga todo para él, para que aprenda a echar sobre los otros toda y cualquier responsabilidad.

5) Discuta con frecuencia delante de él. Así, no quedará chocado cuando más tarde el hogar se deshaga.

6) Déle todo el dinero que quiera. Nunca lo deje ganar su propio dinero. ¿Por qué él va a tener que pasar por las mismas dificultades que Ud. pasó?

7) Satisfaga todos sus deseos de comida, bebida y comodidades. Decir “no” puede acarrearle frustraciones perjudiciales...

8) Tome siempre el partido de él contra los vecinos, profesores, policías (todos ellos, por cierto, tienen mala voluntad hacia su hijo).

9) Cuando su hijo se meta en alguna dificultad seria, dé esta disculpa: “Nunca conseguí dominarlo”.

10) Prepárese para una vida de disgustos. Es su merecido premio.

Para que su hijo NO sea un delincuente

Sin duda, nuestra época de asombrosa decadencia moral crea dificultades cada vez mayores para la buena educación de los niños. Presentamos a continuación algunas sugerencias para ayudar a los padres de familia en esa tarea fundamental.

* Enséñeles a rezar desde pequeños. Éste es un gran papel de los padres. La devoción a la Santísima Virgen y al Ángel de la Guarda tienen en la infancia un papel primordial.

* Las historias maravillosas de las Sagradas Escrituras entretienen y forman a los pequeños. Asimismo, un Catecismo bien enseñado es una ayuda indispensable.

* Reprenda a sus hijos siempre que sea necesario, mostrándoles las consecuencias de la mala acción practicada. Pero nunca se enfurezca con ellos.

* Es necesario tener mucha bondad con los hijos. No obstante, agregue una prudente y juiciosa severidad. Eso motivará el respeto y la admiración de los hijos hacia los padres.

* Haga del hogar un templo de dignidad, de limpieza y de orden en todo.

* Los padres deben dar el buen ejemplo en el modo de comportarse, de cumplir los deberes, de vestirse, etc., pero sobre todo en el cumplimiento de los deberes en relación a Dios, o sea, la práctica de la Religión y de la virtud.

* Tenga presente que el enemigo Nº 1 de su hijo, dentro de la casa, se llama TE–LE–VI–SIÓN.

* Y el enemigo Nº 2 son los lobos con piel de oveja: malos parientes, malas amistades, e incluso en no pocas ocasiones, malos consejeros espirituales.