Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado por Vos. Animado con esta confianza a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes....
(Oración de San Bernardo a la Virgen)