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No ofendan más a Dios


Una exitosa movilización católica se produjo a raíz de un reportaje publicado por la revista «El Dominical», el domingo 12 de octubre pasado, dando cuenta de la inauguración de una exposición blasfema en el distrito limeño de San Isidro.

Dicha muestra, además de frívola y grotesca, representaba a la sagrada efigie del Señor de los Milagros, y a la imagen de nuestros más venerados santos —como lo son Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres—, nada menos que... ¡en ropa interior!

La noticia de esa exhibición extremamente ofensiva a la fe católica desató una ola de protestas, dentro del orden y de la legalidad, consistentes en el envío de más de 1800 e-mails, la recolección de cientos de firmas solicitando su cancelación, y un acto de reparación en la iglesia de la Virgen del Pilar. La oportuna movilización culminó exitosamente, con el cierre de la galería de arte que acogía la citada exposición por parte de la municipalidad distrital.

En lo alto de la Cruz, Nuestro Divino Salvador no sufrió sólo en razón de los ultrajes morales y físicos que le fueron infligidos por sus verdugos. Padeció también en la previsión de todos los pecados que se cometerían hasta la consumación de los tiempos. Entre ellos las múltiples blasfemias que hoy promueve la revolución cultural anticristiana, a la cual los católicos debemos oponernos por todos los medios lícitos.