El Perú necesita de Fátima Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas; por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará.
CampañasTienda VirtualTesoros de la FeDonaciones



«Tesoros de la Fe» Nº 100 > Tema “La Familia”

SOS Familia  [+]  Versión Imprimible
AbcAbcAbc

Consejos útiles para los padres de familia


Cómo los padres deben instruir a sus hijos acerca de las verdades fundamentales de nuestra fe, las prácticas religiosas, los actos de piedad, los principios cristianos y las buenas normas de conducta


En nuestro número de enero último publicamos en esta sección algunos principios fundamentales, enseñados por San Alfonso María de Ligorio en sus sermones, para que los padres de familia puedan impartir una buena formación a sus hijos.

Los menores, habitualmente, siguiendo el ejemplo de sus padres actuarán como ellos, de acuerdo con la buena o mala formación que reciban. En vista de ello, los progenitores, en cierta medida, son responsables ante Dios por la conducta de sus hijos.

Por otro lado, según la doctrina católica el hombre es una criatura racional dotada de libre albedrío. Por eso, independientemente de la buena o mala formación recibida de los padres, a partir de la edad de la razón los hijos poseen la capacidad de discernir entre la verdad y el error, el bien y el mal; y reciben gracias para rechazar el mal y practicar la virtud.

En el presente artículo, continuaremos exponiendo las enseñanzas del renombrado Doctor de la Iglesia:

*     *     *

Madre enseñando a sus hijos a rezar, Pierre-Édouard Frère, s. XIX — The Walters Art Museum, Baltimore

En primer lugar, los padres deben instruir a sus hijos en las verdades de la fe, comenzando por los cuatro principales misterios:

— Que hay un sólo Dios, Creador y Señor soberano de todas las cosas.

— Que este Dios recompensa a los buenos y castiga a los malos. En la otra vida, por toda la eternidad, Él recompensa a los justos en el Cielo y castiga a los malos en el infierno.

— Que en Dios hay tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Sin embargo, hay un sólo Dios, porque las tres personas divinas tienen una sola y misma esencia: es el misterio de la Santísima Trinidad.

— A esto último es necesario añadir el misterio de la Encarnación: el Verbo divino, Hijo de Dios y Él mismo verdadero Dios, se hizo hombre en el seno purísimo de María, padeció y murió por nuestra salvación.

Encargo propio de los padres

Un padre o una madre, para excusarse de este encargo, podría alegar que no conoce estas cosas. Pero si ellos ignoran estas verdades fundamentales, están obligados a aprenderlas y después enseñarlas a sus hijos. O, por lo menos, hacerlos asistir al catecismo.

¡Qué infelicidad ver a tantos padres y madres que no enseñan a sus hijos las verdades fundamentales de nuestra religión, y, además de eso, les prohíben de ir al catecismo! No causará sorpresa que, cuando crezcan, no sepan qué es pecado mortal, infierno, eternidad. Ni siquiera saben el Credo, el Padrenuestro y el Ave María, que ningún cristiano puede ignorar sin ser culpable de una grave negligencia.

Prácticas religiosas de cada día

Además de esa instrucción, enteramente indispensable, los padres cristianos deben enseñar a sus hijos los actos de piedad de cada mañana, al levantarse, y que consisten en:

— Agradecer a Dios habernos conservado durante la noche.

— Ofrecer a Dios todas nuestras acciones y todos nuestros sufrimientos de este día.

— Rezar a Jesús y a María para preservarnos de todo pecado.

Durante el día, rezar los actos de fe, de esperanza y de caridad, recitar el rosario, visitar al Santísimo Sacramento. Animados del verdadero espíritu cristiano, ciertos padres hacen diariamente, con toda la familia, media hora de oración precedida de alguna lectura de un libro de meditación.

Por la noche examinar la conciencia y, enseguida, rezar el acto de contrición.

Así cumplen esta recomendación del Espíritu Santo: “Si tienes hijos, edúcalos y exígeles obediencia desde su niñez” (Ecl. 7, 23). De ese modo los hijos, más tarde, gracias a la buena costumbre que adquirieron, cumplirán los deberes de piedad sin dificultad. Acostúmbrenlos desde la infancia a la confesión y a la comunión, y que reciban oportunamente el sacramento de la confirmación.

Principios del mundo y principios cristianos

Nunca estará de más recomendar a los padres inculcar a los hijos los principios verdaderamente cristianos. Desdichadas las familias en las cuales reinan los principios del mundo, como estos: “Es necesario sobresalir en la sociedad y nunca estar por debajo”. “Dios es misericordioso e indulgente, sobre todo con ciertas faltas...”

¡Pobre joven a quien se anima así frente a sus debilidades! Éstas no son las máximas de una familia cristiana. Antes bien, enseñen a sus hijos ciertas máximas del cristianismo, como éstas: “¿De qué vale ganar el mundo entero, si viene a perder su alma?”. “Todo acaba aquí en la Tierra, pero la eternidad no terminará nunca”. “Antes perderlo todo que perder a Dios”. Una de estas máximas, grabadas en el corazón de vuestro hijo, lo podrá mantener en estado de gracia toda la vida.

Padres: modelos para sus hijos

Para educar bien a los hijos, las palabras no son suficientes, es necesario sobre todo el ejemplo de los padres. ¿Cómo pueden ellos esperar formarlos en la vida cristiana si les dan malos ejemplos? Así, no debe sorprender que se reprenda a un joven por su mala conducta y él responda: ¿Qué quieres que haga? ¡Mi padre hace cosas peores! “Un padre impío se atrae los reproches de sus hijos, porque es a él a quien deben su infamia” (Ecl. 41, 7).

Hay padres que, a veces, corrigen a sus hijos, pero, ¿qué pueden todas las palabras si las obras las desmienten por el mal ejemplo? Es conocido este proverbio: “Los hombres creen más por los ojos que por los oídos”. San Ambrosio dijo en el mismo sentido: “Lo que toca mis ojos me impresiona más que las palabras que tocan mis oídos”.

Es inútil alegar: mis hijos ya nacieron con una naturaleza ruin. He aquí lo que dice Séneca: “Es un error creer que el vicio nace con uno. No. El vicio es introducido en nosotros”. ¿Y cómo se introduce? Precisamente por los malos ejemplos.

Señores padres de familia, si no dan buenos ejemplos, sus hijos no serán virtuosos. Frecuenten los sacramentos, reciten diariamente el rosario, digan basta a las solicitaciones deshonestas, a las blasfemias, a las riñas y verán a sus hijos confesándose, rezando el rosario, hablando de cosas apropiadas, practicando el respeto hacia Dios y la caridad hacia el prójimo. Pero noten bien en la sentencia ya citada: “Si tienes hijos, edúcalos y exígeles obediencia desde su niñez” (Ecl. 7, 23). Es necesario que los niños sean, desde los primeros años, formados en las buenas costumbres. Pues, a medida que ellos crecen y que los malos hábitos se fortifican, encontraréis siempre más dificultades para que acepten vuestras sabias advertencias.

Vigilancia: librar a los hijos de las ocasiones peligrosas

Alguna cosa ciertamente faltaría en la educación de los hijos, si los padres no tomasen cuidado en librarlos de las ocasiones peligrosas. Deben en consecuencia:

— Prohibirles salir de noche, ir a algún lugar sospechoso, frecuentar alguna mala compañía. Las malas compañías son la ruina de los jóvenes débiles. Pero no basta que los padres eviten que el mal sea cometido ante sus ojos. Hecho esto, queda aún un deber: examinar, indagar con los próximos, e incluso con los extraños, qué conducta tienen sus hijos cuando salen de casa, a qué lugares van, qué amigos frecuentan.

— Quitarles los objetos de que puedan hacer mal uso, como malos libros, novelas con máximas impías o aventuras galantes, cuadros inmorales, pinturas, etc., que puedan suscitar malos pensamientos. Muchos vicios podrían ser evitados si los niños no tuvieran a su alcance ciertos objetos peligrosos...

— Prohibir todos los juegos de azar, que frecuentemente arruinan las familias y las almas. Prohibir también bailes, teatros y reuniones peligrosas.

— No dormir junto con los hijos, ni dejar dormir juntos a niños y niñas.

— Prohibir que las niñas tengan conversaciones a solas con hombres, mayores o jóvenes. Algunos padres pueden querer argumentar: “¡Pero qué buenas lecciones le da el profesor a la niña, y qué santidad tiene!...” — ¡Nada de ilusiones en cuanto a las buenas lecciones o a la santidad! Los santos están en el cielo; en cuanto a los que están aquí en la tierra, son de carne y pueden muy bien, apareciendo la ocasión, ¡transformarse en demonios!.     



* Sermons de S. Alphonse de Liguori, Analyses, commentaires, exposé du système de sa prédication, par le R.P. Basile Braeckman, de la Congrégation du T. S. Rédempteur, Tome Second, Jules de Meester-Imprimeur-Éditeur, Roulers, pp. 472-481.



  




Artículos relacionados

Los deberes mutuos de los cónyuges
La fecundidad del matrimonio
Límites de la obediencia debida a los padres
Diez modos de honrar a nuestros padres
“¡No!” ¿Por qué no?
La Familia: cuna de las civilizaciones
La Familia: una sociedad natural anterior al Estado
Afecto, educación y ejemplo: deberes de los padres
Familia numerosa, una bendición de Dios
Pedagogía católica: el deber de la corrección







Informe de sus aportes a la Alianza de Fátima ¿Necesita que alguien rece por usted? Advocaciones marianas en el Perú Suscríbase a nuestro boletín


COVID-19
¿El coronavirus es un castigo divino?
La pandemia y los grandes horizontes de Fátima
Mons. Athanasius Schneider: Nos gloriamos en las tribulaciones
Remedio seguro contra la “coronafobia”
Cardenal Raymond Leo Burke: Mensaje sobre el combate contra el coronavirus



Peregrinando
La Revolución de la Sorbona: París, Mayo de 1968
Después de la Crucifixión, el triunfo de nuestro Redentor
Nuestra Señora de la Buena Guardia
Fiesta de la Purificación de María Santísima
El galeón sumergido: símbolo de la esperanza
Loreto, la nueva Nazaret
El Milagro del Sol
San Nuno de Santa María
En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel
La sagrada Rosa de la Ciudad de los Reyes
La devoción al Inmaculado Corazón de María
El Jardín de Picpus
La gracia de Fátima actuando en Ucrania
Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada
La crucifixión y muerte de Jesucristo
Confianza en María Inmaculada aun cuando todo parezca perdido
En este siglo de confusión, oh Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros
Navidad
Fátima y el comunismo: dos profecías irreconciliables
150 años de la Comuna de París
San Juan Masías
Rosa de Santa María
Iglesia y Estado: ¿unión o separación?
Remedio eficaz contra los males contemporáneos
Las glorias de María
Santo Toribio de Mogrovejo
La Sagrada Túnica de Nuestro Divino Redentor
Santa Bernadette Soubirous
Corrupción en la sociedad: ¿Existe una solución?
Fiesta de gloria y de paz
Intransigencia de los Santos: irreductible fidelidad a su misión
Cristiandad
El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo
La Asunción de María Santísima
¡Vade retro Satanás!
El Santísimo Sacramento de la Eucaristía
La Madonna de Monte Bérico
Remedio seguro contra la “coronafobia”
El Hijo de Dios condenado por el más arbitrario de los procesos
Santa Jacinta de Fátima: Centenario de su fallecimiento (1920-2020)
La actitud católica frente a la muerte y la concepción materialista
¿Cómo rezar bien el rosario en honor a la Virgen María?
Grandezas y glorias de San José
Presencia diabólica en el mundo de hoy
Los rostros de la Virgen en el Perú
La Visita a los Monumentos - Jueves Santo
Un remedio eficaz contra la amnesia religiosa
Santidad: la verdadera gloria de Francisco y Jacinta



 



Tesoros de la Fe


Nº 257 / Mayo de 2023

París, Mayo de 1968
La Revolución de la Sorbona

Barrio Latino de París, en la mañana del 11 de mayo de 1968, después de los violentos disturbios de la víspera



Solicite aquí la visita de la Virgen Peregrina de Fátima




Santoral

6 de junio

San Norberto, Obispo y Confesor.

+1134 Alemania. De familia emparentada con los Emperadores, pasó su juventud, según sus palabras, “como ciudadano de Babilonia, esclavo del placer y prisionero de sus caprichos”. Un rayo que casi lo fulmina lo llevó a la conversión. Después de dedicarse a la predicación, fundó los Canónigos Regulares Premostratenses. Electo Obispo de Magdeburgo, fue un ejemplo de verdadero pastor de almas.

Más información aquí.






Ayude a difundir el mensaje de Fátima
Alianza de Fátima | Donaciones | Solicite visita de la Virgen | Tienda Virtual

Campaña promovida por la Asociación Santo Tomás de Aquino
Tomás Ramsey 957, Magdalena del Mar - Lima - Perú
..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... .....