Estimados amigos: Les confieso que no ha sido nada fácil seleccionar las materias que hacen parte del presente número de Tesoros de la Fe, pues él coincide con el centenario (13 de mayo de 1917-2017) de la primera aparición de la Santísima Virgen en Fátima. Aunque en nuestro acervo (184 números anteriores) consten más de un centenar de artículos sobre el mensaje de Fátima, aunque la campaña El Perú necesita de Fátima haya editado en las últimas décadas seis valiosos libros sobre el tema, aunque en unos días más se lance la 5ª edición peruana, actualizada y bellamente ilustrada, del best-seller de Antonio Augusto Borelli Machado (Fátima ¿Mensaje de Tragedia o de Esperanza?)… se imponía que publicásemos algo enteramente novedoso para realzar un tan esperado aniversario. Pensando en ello, me acordé de una interesantísima obra, ampliamente difundida en los Estados Unidos, que leí con avidez y conservo en mi biblioteca autografiada por su destacado autor, Luis Sergio Solimeo. Sin embargo, en lugar de una edición extraordinaria de nuestra revista, me pareció más conveniente publicarlo —con las debidas autorizaciones— a lo largo de este año y de ese modo poder acompañar al vivo, mes a mes, el desarrollo de las célebres apariciones de la Madre de Dios a Lucía, Francisco y Jacinta, los tres pastorcitos, cien años después. Estoy seguro de que su amena y plácida lectura cautivará a nuestros amables lectores, que podrán meditar una vez más sobre este magno y significativo acontecimiento contemporáneo, ciertamente, el más importante de nuestra era. A este fascinante relato de los eventos de Fátima, le acompañan otros artículos no menos interesantes y acuciosos que contribuirán, estoy seguro, a aumentar nuestra fe, nuestra piedad y nuestra formación católica. En Jesús y María, El Director
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EL mensaje de Fátima Hoy más urgente que nunca |
María debe ser hoy glorificada María debe ser glorificada siglo tras siglo, pero más especialmente en estos últimos siglos, por la protección visible y sensible que ella concederá a su Iglesia... | |
El Jardín de Picpus París, la capital francesa, es una ciudad única, sobre todo por los surcos que ha dejado en la historia... | |
No temas amar demasiado a la Santísima Virgen Si pudieras ponerle una vela a Nuestra Señora de las Victorias …, ¡tengo tanta confianza en ella …! No temas amar demasiado a la Santísima Virgen... | |
El Castillo de la Garza Blanca Estamos ante una fortaleza feudal del Japón, el Castillo de la Garza. Las murallas, hasta cierto punto, se parecen a nuestros muros virreinales, con sus grandes aleros... | |
¿Por qué Dios permite las enfermedades? La pregunta toca en uno de los misterios más recónditos de nuestra religión, y al mismo tiempo más bellos y consoladores: el misteriode la Divina Providencia... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino